Hoy justo es uno de esos días en los que te paras a pensar en todo lo que ha sucedido, en todas las personas que he ganado y también en las que he perdido, en todos los momentos que he pasado con éste y aquél, y en todas las carcajadas expulsadas gracias a ellas. También pensé en todas las locuras que una persona, puede llegar a cometer por amor, y también las ganas que tenía por descubrir lugares desconocidos. Por supuesto me he dado cuenta de que las cosas han dado mil veces cuatrocientos giros de distintos grados. Unos para bien, y otros para mal. También he pensado en que he derrochado sonrisas como la que más, como también he llorado aunque no tuviese los suficientes motivos. Lloré por que sí, porque me apetecía desahogarme, creoMe he parado a pensar también en el motivo de todas las lágrimas, y me ha salido una amplia mayoría en las que el motivo era amor. Amor por un amigo. Amor por un amor. Porque yo soy de las que da todo por todos, y de las que puede querer a un amigo casi tanto como a la pareja, por ello a veces me estrello contra el muro más duro de España, porque no todos los amigos son verdaderos.
He pensado también en todos esos momentos que he pasado con aquella persona que de repente ha cambiado conmigo, tal vez porque esté lejos, o porque nunca le importé y me engañé muy mucho.Y ahora, ahora que me he dado cuenta de todo lo que he perdido en estos últimos meses y en las pocas cosas que he ganado con sangre, sudor y lágrimas, como dice el dicho, me he propuesto luchar, por recuperar todas las cosas que he perdido, para que vuelvan a ser lo que eran, y sobretodo, no perder la esperanza nunca, porque la esperanza es lo que mantiene viva las ganas de seguir.